viernes, octubre 27, 2006

El resto


Os voy a ser sincero. Hasta aquí llegó el diario de a bordo en San Sebastián. A partir de ese día decidí cambiar mi rutina, o mejor dicho, mi rutina se vio abordada por un pintxo gigante que me perseguía por todas partes. Al principio nos llevábamos bastante bien, pero luego me empecé a cansar de él hasta el puntó que decidí dejar la relación. Aún así, no fue fácil y pasé muy malos momentos hasta que limpié mi consciencia (y algo más).

Aunque flirteara con pintxo, el ritmo de películas seguía siendo igual de elevado y su nivel de calidad también. No os contaré todo lo que viví en los seis días siguientes porque con el poco tiempo que dispongo para escribir en las paredes de mi habitación doble, llegaríamos a finales de 2007 con mi estancia en San Sebastián. Así que de los aproximadamente 25 títulos que aún quedarían por comentar, haré pequeñas menciones de lo más destacado de lo que fueron dos semanas de auténtica aventura cinematográfica.

Dos de las perlas que no puedo olvidar son Cashback y Little Miss Sunshine. La primera, porque sentirse tan identificado en una película me impresionó, y esta producción inglesa dirigida por el debutante Sean Ellis fue un espejo de muchas de las cosas que han ido pasándome estos últimos años. El protagonista tiene la virtud, en sus pensamientos de detener el tiempo a su gusto y crear su propio mundo, su burbuja. Un lugar que todos tenemos y que guardamos en secreto. Por si fuera poco, una banda sonora con algunos temas de los noruegos Röyksopp y unos exteriores de North London en los que algún día me encantaría instalarme durante un tiempo. El argumento quizás dejará indiferentes a muchos otros, incluso lo destrozarán algunos críticos que se durmieron en la sala, pero lo cierto es que una vez más el mundo onírico y los pensamientos llevados a la gran pantalla dejan muy buen sabor de boca.

De Little Miss Sunshine solo os puedo decir un par de cosas. La primera, que la vayáis a ver al cine porque se estrenó hace una semana y la segunda, por suerte, es que en Estados Unidos quedan muchos talentos por descubrir. El matrimonio formado por Jonathan Dayton y Valerie Faris, que ya habían arrasado en publicidad y vídeos musicales (Oasis, Red Hot Chilli Peppers, Apple, Ikea son algunos de sus clientes), empiezan la aventura cinematográfica con Little Miss Sunshine, una road movie con diálogos irónicos que se apartan de los cánones de este subgénero. Los alicientes habituales están: una furgoneta Volkswagen de los años sesenta, la Ruta 66, los bares y moteles de carretera y otros tópicos que conviven con una familia atípica. Todos ellos con particularidades tan extrañas como la adicción a la cocaína del abuelo o la promesa del hijo adolescente de seguir los métodos de Nietzsche para sentirse realizado. No os avanzo mucho más, pero ellos y el resto de la familia emprenden un viaje para que Olive, la hija menor, pueda participar en un concurso de belleza. El resultado de todo este cóctel es una comedia plagada de situaciones, en algún caso tan paranoicas, que nos harán reír durante 100 minutos.

Del resto de películas me gustaría destacar los países de procedencia. Por ejemplo, el cine islandés, danés, alemán, filipino o cubano tuvieron su presencia en el Festival de San Sebastián. De todos los proyectos se desprende una misma conclusión: que las ideas están por encima del dinero. Y es que no es necesario un gran presupuesto para conseguir contar una historia que llegue a los espectadores e incluso con la improvisación de los actores, ni un guión es necesario. Si queréis comprobarlo, no dejéis de ver So long my heart, un trabajo de Oliver Paulus y Stefan Hillebrand, dos nombres que tendré que empezar a seguir.

Lo que espero que sigáis con mucha atención es mi trabajo semanal en Ràdio Tiana. Para los que la puerta de la habitación doble se ha abierto hace poco, podéis ver de qué se trata en anteriores posts. Para los habituales y conocidos, os dejo con la sección Fila 1 del pasado 20 de octubre.

Agur.

Fila 1 20.10.06

jueves, octubre 19, 2006

Cantidad y calidad


La razón por la cual empecé con la aventura de este blog era el primer festival de cine que vivía en directo, algo que esperaba desde hacía mucho tiempo. Quizás he empezado por el certamen más importante del país y los que puedan seguir parecerán menos atractivos. Lo cuento porque van pasando los días y cada vez me siento más atrapado por el ambiente que se respira en Donosti.

Tras las cinco películas del día anterior con el listón muy alto y después de haber dormido pocas horas, la jornada empezaba muy temprano porque el pase de The sensation of a sight era a las 9 de la mañana. Tuve problemas para mantenerme despierto durante los primeros minutos, sobretodo porque la película era algo falta de ritmo. Aún así, los diálogos y las relaciones entre los personajes eran tan sumamente intrigantes que logré aguantar los 134 minutos para poder ejercer mi voto sin ningún tipo de problema.

A las 12 del mediodía llegaba la proyección del primer título francés que compite al Premio de la Juventud. Fair Play explica hasta dónde se puede llegar para ser cada vez más importantes en nuestros puestos de trabajo, un punto de partida muy parecido al de la cinta El método.

El Kursaal 1, cuya sala interior es realmente imponente, acogía la presentación, fuera de concurso de Más allá del espejo de Joaquim Jordà, el director catalán del que ya os he hablado en anteriores posts y de quien desgraciadamente se ha reconocido su obra después de su muerte a principios de 2006. Una muestra más de los talentos que posee el cine español, en este caso en el género documental. Resumiendo, una historia de superación personal que por fin está lejos de cualquier influencia del sueño americano y que a través de su protagonista Raquel, da una lección moral a todas aquellas personas que ven en su hundimiento y su pena una forma de solucionar y justificar todos sus problemas.

Y el día terminaba con el pase oficial de El camino de San Diego, el tercer título de Carlos Sorín tras Historias mínimas y Bombón-el perro. Fue realmente curioso ver una road movie tan diferente a las que estamos acostumbrados ver desde que surgió el género a finales de los años sesenta. En este caso, para todos los futboleros (entre ellos me incluyo) y amantes de un mito como es Diego Armando Maradona, esta película será una auténtica gozada y se dará cuenta de porqué el 10 de Boca Juniors es un dios para muchos. Como os decía una road movie con un destino final muy peculiar que atraerá a los que aman el cine de Carlos Sorín quien ha confesado que ya tendrá que cambiar de registro en sus próximos proyectos. Sin duda, si se reinventa como lo está haciendo hasta ahora, no lo necesitará.

Y Fila 1 continua atemporalmente su curso y espero que todos aquellos que lo pueden soportar más de cinco minutos (que tengo constancia que los hay) les guste. Os dejo entonces, con la edición del miércoles 11 de octubre.

Agur.

Fila 1 11.10.06

viernes, octubre 13, 2006

Coloquio


Esta ciudad tiene algo que atrae y en cuestión de 48 horas me la he hecho mía. No sé si es por el mar, al ambiente de cine (en sentido literal y figurado) o los pintxos que hay en los bares pero ya me siento donostiarra de adopción. Aún así, se me ha hecho realmente extraño que el despertador me sonara a las ocho de la mañana para llegar puntual… ¡al cine! Y es que la organización del Festival de Donostia-San Sebastián es madrugadora y decide empezar cuánto antes el día a día de un certamen que reúne 210 filmes en poco más de una semana.

Después del desayuno pues, empezaba el primer pase del día: Emma’s Bliss el segundo trabajo del joven director alemán Sven Taddicken y con quién el jurado ya hemos tenido la oportunidad de debatir después de la proyección. Lo que no sabíamos es que la cinta nos dejaría a todos tan impresionados nada más despertarnos y es que un tema tan trascendental y delicado como es afrontar la muerte se nos ha planteado en este intenso melodrama dónde un hombre al que le quedan pocas semanas de vida se encuentra, por azar, en una granja de cerdos dónde cambiará su sentido de vivir y también morir. Todo esto en una cinta que combina a la perfección comedia y drama.

Sin tiempo para nada, vuelta a la segunda sala del auditorio Kursaal para el pase de uno de los títulos más esperados desde que se conoció la programación de Zabaltegui. Y es que el film brasileño Proibido proibir ganó el Premio Cine en construcción de la pasada edición del Festival. Jorge Durán, su director, dijo antes de empezar la película que la disfrutáramos por su cercanía y su protagonista Caio Blat la calificó de “epidérmica”. Ni uno ni otro se equivocó, aunque puede jugar en su contra una temática muy paralela a la incomparable Ciudad de dios. Eso sí, los actores realizan un trabajo excepcional en esta nueva y libre versión de Jules et Jim de Truffaut.

Y tras el bocadillo de chorizo de la organización, volvía por un instante a Catalunya con el documental Llach: la revolta permanent, un viaje por la carrera del cantautor en paralelo con los actos terroristas cometidos por el Gobierno de la transición en Vitoria. Allí, la policía mató en marzo del 76 a cinco trabajadores que realizaban una huelga en la iglesia de San Francisco. Otra parada interesante en este viaje que el productor Jaume Roures inició con Salvador para recuperar la memoria histórica y la conciencia política.

Eran las 6 de la tarde y en los cines Príncipe la actividad no cesaba. Allí era la hora de la proyección de Un franco, 14 pesetas, una cinta dentro del ciclo Emigrantes que supone el debut de Carlos Iglesias en la dirección. La película, ya disponible en dvd, es el viaje que muchos españoles emprendieron a otros países durante la crisis de los años 60 para salir adelante económicamente. Aunque quizás es una visión un tanto edulcorada, no deja de suponer una obra redonda y así lo transmitió el público al mismo Iglesias en el coloquio posterior a la proyección. Así pues felicidades por creer en un proyecto de cuatro años y medio, lleno de incertidumbres pero que finalmente estará en más de 30 certámenes de todo el mundo.

De todas formas, al día aún le quedaban unas horas y por lo tanto, algunas películas interesantes. Otra vez debía acercarme a la segunda sala del auditorio Kursaal para asistir a la presentación de Crónica de una fuga. Su pase era a la medianoche y con cuatro títulos a mis espaldas, tenía cierto miedo a dormirme o aburrirme. Nada más lejos de la realidad y como advirtió su director Israel Adrián Caetano antes del pase, aunque durara 120 minutos, seguro que nos mantendría despiertos. Él, junto a su actor protagonista Rodrigo de la Serna (el compañero de Gael García Bernal en Diarios de motocicleta) acabaron siendo ovacionados a las dos de la madrugada. Y todo porque en estas dos horas el público se quedó pasmado con la historia de Claudio, un joven secuestrado por los milicios, en plena dictadura militar argentina. Después de cuatro meses recluido y torturado en una mansión junto otros sospechosos subversivos, Claudio decide evadirse de la mansión para encontrar refugio. Una historia real que ya compitió en el pasado Festival de Cannes y que vuelve a poner de manifiesto las atroces vejaciones que recibían los presos durante un régimen represor.

Por hoy es sufuciente, no pienso contar más. Solamente escuchad esta maravilla: Fila 1 edición del día 6 de octubre.

Agur.

Fila 1 06.10.06

jueves, octubre 05, 2006

Menú nueve euros


Y el Festival se inauguró. Por fin ha llegado el anhelado día 21 de septiembre y lo ha hecho de la mejor manera posible, eso sí con un poco de viento. Nada más dejar mi habitación doble me he topado con las primeras cámaras de televisión y muchísima gente y operarios acreditados del certamen trabajando por los alrededores del auditorio Kursaal. La gala de apertura es esta tarde y la alfombra roja tiene que relucir.

Mi trabajo hoy ha sido sencillo porque solamente había que votar una película. A las doce empezaba el pase de Vete de mí, un título español dirigido por Víctor García León, y protagonizado por Juan Diego y Juan Diego Botto que competirá en la sección oficial del Festival de Cine de San Sebastián.

Mi sed de cine el día del inicio del certamen era mucho más que una sola película y decidí que a las 4 de la tarde, después de engullir un menú de nueve euros, podría entrar al teatro Principal para ver el pase, nada más ni nada menos, del tercer título del mexicano Alejandro González Iñárritu, Babel. Después de Amores Perros, el director superó con nota la temida segunda cinta con la aclamada 21 gramos. Ahora, la crítica iba centrada en el tráfico de armas a nivel internacional y el resultado es sencillamente redondo y maravilloso. González Iñárritu camino de convertirse en un director de culto, sin duda.

A la salida, y aunque se tratara del día inaugural, seguía necesitando un poco más de celuloide por mis venas. Saqué mi cuaderno y en la segunda sala del Kursaal estaba programada la proyección de Shut up an sing, un documental que compite en la sección Zabaltegui y que realizaba las multipremiadas directoras Barbara Kopple y Cecilia Peck. El hilo conductor es la trayectoria artística, política y humana del grupo de country Dixie Chicks después que en 2003 hiciera una crítica a George W. Bush durante un concierto en Londres. Imaginaos Bowling for Columbine de Michael Moore pero con una dirección más elaborada, con más recursos gráficos y sin cameos del propio director. El resultado es un gran documental con otra vuelta de tuerca al sinsentido yankee, y parece que no tiene fin.

Lo que sí tiene fin es mi post y ahora, desde la mesita de mi habitación doble, me despido hasta otra y os dejo, aunque sea atemporal al post, con la sección de cine Fila 1 emitida el pasado 29 de septiembre desde San Sebastián. Espero que lo disfrutéis.

Agur.

Fila 1 29.09.06

domingo, octubre 01, 2006

Verde


Por fin he llegado a mi habitación doble y ahora es el momento de empezar a escribir mi primer post desde San Sebastián. Acabo de instalarme en la pensión y me emociono por momentos porque desde que he bajado del avión todo parece genial. En el taxi, en silencio he podido ver los primeros paisajes que llevan como denominador común el verde, un verde roto por manchas blancas de las típicas casas bascas. Sin abandonar el verde, he entrado en la ciudad y la emoción ha ido a más porque aparte de comprobar que todo el mundo tenía razón que San Sebastián es señorial, todo huele a cine y eso que aún no he visitado nada. Las calles están llenas de carteles publicitarios con las novedades del festival y los operarios se apresuran a que todo esté listo para el inicio del Festival de Cine.

Después de un primer paseo por los aledaños de la habitación doble tenía mi primera cita con el Festival. A partir de las seis de la tarde estaba citado en el Kursaal para reunirme con la organización y el resto del jurado. Allí me han acreditado oficialmente y he recibido los distintos horarios que debo cumplir estrictamente o seré penalizado y automáticamente expulsado del jurado. Unas normas estrictas, sin duda.

Pero la reunión ha sido breve y yo tenía que conocer un poco más mi ciudad de acogida, así que con 35 grados me fui a pasear por las tres playas de San Sebastián: Zurriola, La Concha y Ondarreta. Cada una me ha transmitido distintas sensaciones porque en Zurriola estaba lleno de surferos con sus tablas, en La Concha he comprobado cómo bajaba la marea y en Ondarreta (desde Miramar y tumbado en el césped) he visto la puesta de sol.

Ahora tengo que dejaros porque mañana empieza mi trabajo. La cita es a las doce de la mañana en la sala 2 del Kursaal para visionar Vete de mí, una película protagonizada por los dos Juan Diego del cine español y que está dentro de la sección oficial. Después tengo previsto pasearme con mi acreditación a diversas actividades. Ya os mantendré informados.

Y como siempre, os invito a que conectéis los altavoces y escuchéis un track de algún tema que encuentro oportuno. En el avión me ha acompañado Franz Ferdinand y por eso, y porque es un grupo excepcional; creo que se merece un pequeño homenaje en mi blog. Así pues os dejo con Walk Away dentro del álbum You could have it so much better.

Agur.

Walk Away

Doce días

Y todo terminó. La 54 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián ha pasado a la historia y mi aventura como jurado de la juventud también ha concluido. Quedan los recuerdos, las fotografías, los pintxos, La Concha, la lluvia y muchos otros instantes que, con permiso de Pedro Almodóvar, resumiría en una palabra: volver.

Para que os hagáis una pequeña idea de lo que fue la experiencia iré publicando un conjunto de posts dedicados a los doce días en Donostia. Espero que este diario de viaje y de cine os resulte agradable.

Agur.