martes, agosto 29, 2006

Los dieciséis y él


John Boorman, Bahman Ghobadi, Carlos Sorin, Tom DiCillo, Agnieszka Holland, Marion Hänsel, Nick Broomfield, Hirokazu Kore-eda, Heddy Honigmann, Antonio Chavarrías, Rajko Grlić, Javier Rebollo, Martial Fougeron, Bahman Ghobadi, Im Sang-Soo, Bobcat Goldthwait y Víctor García León.

Había decorado las paredes, escogido las vistas, llenado las estanterías e incluso me permití el lujo de tener mi primer capricho con un equipo de música. Pero faltaba lo más importante: una fiesta de inauguración. Cogí la agenda de mi teléfono móvil y decidí llamar a dieciséis personas que podrían dejar huella en mi habitación doble. Tenían que ser personas del mundo del cine y que estuvieran implicadas, de algún modo, con el Festival de Cine de San Sebastián y creo que acerté porque la lista de nombres que habéis visto son los directores que competirán para llevarse la Concha de Oro.

Una vez los había localizado a todos, pensé que faltaba alguien. Alguna persona que pudiera darnos consejos especiales y que tuviera voz en la mesa, alguien con quien ir a hablar durante los cafés. No dudé que tenía que ser Lars von Trier, que además vendrá a San Sebastián con una comedia Dogma bajo el brazo: The Boss Of It All. Casi nada para completar junto Más allá del espejo de Joaquim Jordà (ambas fuera de concurso), una Sección Oficial de auténtico lujo.

Sobre los films que optarán a la Concha de Oro os iré informando en los próximos posts, pero me gustaría centrarme en la figura de Lars von Trier, que a falta de confirmar su asistencia en San Sebastián (padece aviofobia o pánico a volar), representa una de las figuras más importantes del cine contemporáneo. Criado en un ambiente de pensamiento de izquierdas y de amantes de películas, comenzó a despuntar a principios de los 80 consiguiendo varios premios en el Festival de Cine de Munich con sus películas de estudiante. De ahí que después de graduarse en la escuela de cine de Copenhague, consiguió que en 1983 le produjeran su film de debut: The Element of crime, la primera parte de una trilogía sobre Europa y que ya le valió el reconocimiento al logro técnico en el prestigioso Festival de Cannes. A esta película la siguieron Epidemic y Europa y siguió experimentando con Dimension, que se filma en segmentos de tres minutos durante treinta años y cuyos resultados aún están por verse.

Lars von Trier sufrió un revés emocional al descubrir, a través de su padre biológico, que su madre había muerto. En ese momento sus ideales cambiaron y tras convertirse al catolicismo, dejó aparcado su técnica de perfección (evidente en su trilogía europea) para lograr la honestidad incluso al realizar sus películas. Por ese motivo, von Trier se convirtió en el coautor del Dogma 95 junto con Dane Thomas Vinterberg. A grandes rasgos, este manifiesto se trata de un llamado colectivo que exhorta el regreso a historias más creíbles en la industria fílmica, dejando a un lado los efectos especiales y reduciendo el uso técnico al mínimo. El resultado son películas rodadas con cámara al hombro, con iluminación natural y editadas de imprevisto haciéndolas desencajar con los tiempos y dotándolas de un aspecto documental o informal para crear un mayor realismo.

Con la implantación del Dogma 95 en sus métodos de trabajo, llegó el film Los idiotas, una propuesta donde un grupo de actores sin ensayos previos conviven en un hogar en el cual todos fingen ser deficientes mentales para así librarse de las ataduras de la sociedad. Después, Lars von Trier aceptó la aventura del drama musical con Dancer in the dark y le propició un reconocimiento a nivel mundial inesperado después de arrasar en Cannes: Palma de Oro a mejor película y mejor actriz para la polifacética islandesa Björk.

El director danés había conseguido (gracias a sus ideales del Dogma 95) ser transgresor sin que nadie lo considerara un lunático, sino un maestro. Por eso, y con sus ideales ya aparcados, emprendió la trilogía completa sobre la sociedad de Estados Unidos. De momento hemos visto Dogville y Manderlay y para el 2009 está previsto el desenlace con Washington. De momento, disfrutaremos con su presencia con esa comedia Dogma titulada The Boss Of It All que se presentará en San Sebastián.

Creo que valía la pena detenerme en ese personaje y espero que hayáis aprendido algo más sobre este mundo. Aunque Dancer in the dark estuvo nominada al Oscar a mejor canción, no me acabó de convencer para que la escucharais, así que os dejo con lo que ha sido mi banda sonora mientras escribía el nuevo post. Se trata del clásico de Joy Division Love will tear us apart que sí aparecía en una película también transgresora de Michael Winterbottom: 24 hous party people.

Agur.

Love will tear us apart

viernes, agosto 25, 2006

Al borde del abismo


¿Alguna vez habéis tenido tal sensación de agobio y sudor en algún lugar cerrado donde es prácticamente imposible salir? No os hablo de ningún tipo de fobia, simplemente un momento de saturación en el que todos los poros de la piel se abren y empiezas a notar un calor sofocante. Pues bien, ese momento en el que te sientes al borde del abismo lo acabo de notar hace unos minutos y he decidido plasmarlo en estas líneas.

Me viene a la cabeza esa escena de Trainspotting donde Ewan McGregor está completamente atrapado durante sus primeras horas de desintoxicación del caballo. Ve como su habitación (la suya es individual) se alarga cada vez mas y observa un bebé cadáver gateando por las paredes. No puede soportarlo; se enrosca cada vez mas en sus sábanas intentando desvanecer de su mente esas alucinaciones que lo llevan a sufrir diversos ataques de pánico. Sin duda, un conjunto de imágenes y sonidos que hacen de la película de Danny Boyle un verdadero manual de expresión a través de las cámaras.

Trainspotting era justo el segundo largometraje de Boyle. Después llegaron otros títulos no tan significativos pero si taquilleros, como La playa o 28 días después. Aún así, en 1996 se hablaba del director como nueva incorporación en el cine internacional. Los años siguen pasando y aparecen nombres de geniecillos que consiguen en sus primeros trabajos lo que otros buscan en una carrera entera.

Por este motivo, veinte películas formarán la sección Zabaltegi-Nuevos Directores en la 54 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. El mejor escaparate para esos pequeños genios de todo el mundo que firman su primer o segundo largometraje. A este galardón optarán también los films de nuevos directores que compitan en la Sección Oficial del Festival.

En esta panorámica de las recientes incorporaciones en el cine internacional, figuran algunos nombres que ya han destacado en el campo del cortometraje, como el británico Sean Ellis, que fue candidato al Oscar por Cashback, que ahora ha desarrollado en un largometraje del mismo título, o el bilbaíno Koldo Serra, que despuntó en el muy premiado El tren de la bruja y ahora presenta Bosque de sombras. Por otra parte un actor tan consagrado como el estadounidense David Strathairn presta su apoyo, también como productor, a un nuevo director como Aaron J. Wiederspahn, que ha realizado The Sensation of Sight.

En Zabaltegi-Nuevos Directores, habrá también representaciones de cinematografías menos habituales, como los films de Islandia, Filipinas y Singapur. Del continente asiático proviene la cinta china One Foot Off the Ground y la aportación de Latinoamerica tiene raíces en Brasil, México y Argentina. Además participan en Zabaltegi-Nuevos Directores Gran Bretaña, Francia, Alemania, Suiza, Bélgica, República Checa, Dinamarca y Noruega.

Sin duda, esta sección será un gran escaparate para todos esos genios que seguro estuvieron al borde del abismo, notando ese calor sofocante que casi no les dejaba ni respirar. Ellos, en vez de escribir, cogieron una cámara y contaron una historia.

Las novedades entorno al Festival de Cine de San Sebastián no cesan, así que pronto volveré para dejaros mi impresión. Mientras tanto, podéis esperar nuevos posts escuchando un nuevo track en el reproductor. Se trata del tema Sing interpretado por Blur dentro de la banda sonora de Trainspotting, una de las referencias de la cultura de club.

Agur.

Sing

sábado, agosto 19, 2006

Exilio (exile)


Una vez amueblada la habitación doble, llega el momento de empezar a hacer vida en ella. Quizás no soy la persona más indicada para hablar de nuevas fronteras, de nuevos retos, o simplemente de nuevas historias. Claro que con 21 años que llevo en mis espaldas, tampoco hay demasiado margen. En poco más de un mes empieza una pequeña y nueva vida para mí en San Sebastián, pero a menudo tengo la sensación que hasta ahora he disfrutado de un terreno llano, sin complicaciones y con ciertos golpes de suerte. Quizás por eso, creo que otras personas de mi edad han vivido mucho más en el mismo período de tiempo.

A menudo vienen a mi cabeza las imágenes de los jóvenes refugiados en alguno de los 58 conflictos armados que había en el mundo en el 2003. Millones de personas que se vieron obligadas a buscarse una nueva vida, una aventura quizás indeseada y con una sola finalidad: vivir. Lo mismo pasa con cualquiera de los fenómenos migratorios de la actualidad de los que nos bombardean los medios de comunicación. Ahora hablamos de los movimientos migratorios de África hacia Europa, o los de centroeuropeos hacia el Sur, pero antes fueron españoles hacia América o Europa, italianos hacia Estados Unidos, suecos hacia Dinamarca, andaluces hacia Cataluña,…

De todas esas historias se ha encargado el cine a lo largo de su historia. Según mi punto de vista, el complemento ideal a los medios de comunicación para no quedarnos en los hechos y personificar alguna de esas aventuras de las que he hablado antes. Henry Moore, un magnífico escultor, decía que “es imposible llegar a entender una cosa si uno no se implica emocionalmente” y a través del cine, al menos podemos acercarnos a ello.

Cineastas como Bernardo Bertolucci, Luchino Visconti, Elia Kazan, Jean Pierre y Luc Dardenne, Robert M. Young, Michael Winterbottom o Jan Troell, se han interesado por esa temática. También el cine español se ha acercado a la migración en numerosas ocasiones, dos de ellas con el respaldo de la Concha de Oro: Las cartas de Alou, de Montxo Armendáriz, y Bwana, de Imanol Uribe.

Por este motivo, El ciclo Emigrantes reunirá en el Festival de Cine de San Sebastián una treintena de películas de distintos países, de muy diversos géneros y estilos, en la que se entremezclan comedias con dramas sociales, filmes clásicos con otros de nuevo cuño, muchos de ellos olvidados o desconocidos. Una selección de películas excelentes que dan muestra de una realidad circundante.

Y también hoy quiero cerrar mi post con una particular banda sonora. Es un track que me ha servido para titular mi artículo y siempre que lo escucho pienso en las personas que se enfrentan a un nuevo reto lejos de sus casas y sus vidas. Os dejo, por lo tanto, con Exilio (exile) de Thievery Corporation dentro del álbum The richest man in Babylon publicado el 2002.

Agur.

Exilio (exile)

domingo, agosto 13, 2006

Tercer y último paso: llenar la estantería


El mes de agosto sigue avanzando y ya pienso de lleno en el 20 de septiembre. De hecho, desde que me informaron sobre mi trabajo en el Festival de Cine de San Sebastián, no he disfrutado de demasiado tiempo para pensar en qué consistirán mis días en Donostia. Primero fue el paréntesis helvético y ahora el pirenaico, los que me han impedido dedicar más tiempo a la decoración de la habitación doble. Aún así, creo que esos dos breaks me han sido de enorme ayuda para afrontar no sólo el reto del certamen, sino todo un conjunto de retos vitales.

Dejo mis paréntesis a parte y hoy empiezo a hablar de los verdaderos protagonistas que desfilarán por el Kursaal durante los últimos días del mes de septiembre. Ya avancé en mi anterior post que empezaría a rellenar mi estantería con una película que competirá en la Sección Oficial. Se trata de Las vidas de Celia, una producción hispano-mexicana dirigida por Antonio Chavarrías (Susana, Un caso para dos y Volverás) y protagonizada por Najwa Nimri, Luis Tosar, Daniel Giménez Cacho, Alex Casanovas y Aida Folch. La trama se desarrolla en un barrio popular de Barcelona, donde aparece de madrugada el cadáver de una joven. La noche anterior ha habido una verbena a la que han asistido el director de un centro asistencial en trance de separación y una mujer que recibe la información de que su marido se ha acostado con la hermana menor. El policía que se encarga de la investigación trata de recuperar a su amante y se adentra en las vidas desgarradas de los que pueden ser sospechosos del crimen.

La cinta me ha llamado la atención por dos cosas: la acción transcurre por las calles de Barcelona y en segundo lugar una de sus protagonistas es Najwa Nimri, quizás una de las artistas más completas y versátiles dentro del ámbito nacional. Se ha hablado y escrito mucho tanto de Barcelona como de Najwa, pero prefiero una chica antes que una ciudad.

De ella se puede empezar contando que su nombre en árabe significa éxtasis. De hecho, su padre es jordano y su madre vasca, de ahí esos rasgos mestizos que hacen que parezca de cualquier sitio y a la vez de ninguna parte. Aunque dejaré un poco de lado su faceta musical, os tengo preparada una pequeña sorpresa porque la habitación doble quizás tiene sus primeros aparatos tecnológicos.

Su gran descubridor en el mundo del cine fue el director vasco Daniel Calparsoro, quien antes de darle un papel en su película Salto al vacío, la había visto cantar con los grupos Respect y Clan Club de soul y jazz respectivamente. El primer trabajo de Calparsoro en el que interpretaba a Alex, una chica marginal y dura con el pelo rapado, le valió el reconocimiento como mejor actriz europea en distintos certámenes. Desde entonces, ha aportado su inconfundible personalidad al resto de películas de Calparsoro (Pasajes, A ciegas y Asfalto) y éxitos de taquilla como Abre los ojos o Los amantes del círculo polar. Más recientemente la hemos visto en la gran pantalla con títulos como 20 centímetros o El método y ahora la esperamos en Las vidas de Celia.

Nada más por hoy. En el próximo post comentaré más películas que compitan en la Sección Oficial, así como un pequeño avance de lo que será la retrospectiva Emigrantes dentro del Festival de Cine de San Sebastián.

Y aquí viene la sorpresa: un equipo de música con un primer track de la versátil Najwa Nimri: Hey boys, girls incluído en el álbum Mayday del 2003.

Agur.

Hey boys, girls

martes, agosto 08, 2006

Segundo paso: con vistas al mar


Para los que esperaban este segundo post y para los que creían que esta aventura iba a ser el capricho de una tarde de verano, llega la segunda entrega de la serie Amueblando la habitación doble. El retraso se debe a unas breves vacaciones en tierras helvéticas, donde he llegado a dos conclusiones: la primera, que en Suiza no solo hay bancos privados y relojerías; y la segunda que no podría vivir sin una playa al lado. Por ese motivo, cuando alquilé mi habitación doble quería una ventana con vistas al mar.

El lugar no podía ser más idóneo porque una vez abra las cortinas tendré la Playa de la Concha, una bahía de entorno urbano pero con un carisma que la convierten en una de las más atractivas del país, sobretodo por los distintos usos que se le dan en función de la marea. Justo al lado de la playa, estará mi segunda casa. Es un poco más grande que la habitación doble y se llama Kursaal.

Precisamente por allí desfilarán los nombres más importantes de un certamen del que empiezan a llegar informaciones en cuentagotas. Eso sí, las noticias son buenas porque ya han aparecido los nombres de los directores españoles que competirán en la Sección Oficial del Festival de San Sebastián. Los tres seleccionados son Antonio Chavarrías con Las vidas de Celia, Víctor García León con Vete de mí y Javier Rebollo con Lo que sé de Lola. También fuera de concurso habrá la proyección de Más allá del espejo, la última cinta del recientemente fallecido Joaquim Jordà, uno de los precursores de la Escuela de Barcelona.

Como habéis visto, ya hay material para empezar a llenar las estanterías, así que el próximo día cogeré la primera película y destacaré algunas cosas sobre sus protagonistas. El primer título será Las vidas de Celia, con atención principal a su protagonista Najwa Nimri.

Agur.